¡Fragmento extremadamente hot de Determinado a Obedecer!

Advertencia:

El siguiente fragmento de Determinado a Obedecer contiene escenas solo aptas para personas adultas y de mente abierta. Incluye erotismo, elementos BDSM, homoeróticos y consensualidad dudosa. No lo leas si eres sensible a cualquiera de estos temas.

—Lo hiciste muy bien anoche chaval. —Los gruesos dedos de Felipe acarician los labios de Kid. El muchacho echa a un lado su cabeza y Felipe ríe—. No te gusta eso ¿verdad? Puedo imaginar que tan hermosa boca tiene muchos admiradores.

—Jódete —replica Kid apresuradamente. El chico está vendado y encadenado de pies y manos contra el frío azulejo de la ducha de Felipe, su pálida piel brilla en contraste.

Felipe desea a este chico en cada forma imaginable. Se encuentra encantado en su infantil petulancia; le recuerda a Celia sin la astucia.

—Cuida tu lenguaje chaval. —Felipe chasquea la lengua—, tal basura no debería venir de tan hermosa boca. —De nuevo sus dedos no pueden resistir pasar al ras de la boca de Kid. El chico sube y aleja su cara—. Aún no te gusta. Lo veo —retumba Felipe—. Celia tiene razón. Tu aroma es de inocencia corruptible. Eso es tentador. —Se inclina cerca del engrilletado cuerpo de Kid, presiona su nariz en la suave carne de la caja torácica de Kid, e inhala suavemente—. O quizá solo percibo el aroma de mi Celia. Si voy más abajo, sospecho que oleré sus jugos femeninos en tu polla de chaval. —Disfruta la mezclada esencia de su excitación femenina y el acre olor del semen del muchacho. Su boca se hace agua.

Los músculos de Kid tiemblan detrás de Felipe. El chico susurra y se presiona en contra del muro y su espalda como si eso pudiera ser un escape.

Él puede reconocer la futilidad de su intento de modestia, pero Felipe aprecia los seductores esfuerzos de su nuevo amante. Un depredador prefiere que su presa corra. La lengua de Felipe recoge una muestra de piel. Él gime bajo y feroz ambrosía.

—¿F-F-Felipe? —ruega su hermoso chico—. Por favor… detente. No quiero esto.

El tono de Felipe es pura diversión.

—¿No quieres esto? —Él se levanta con sus manos en las caderas del chico. Kid es unos centímetros más alto, él probablemente puede sentir el aliento de Felipe justo debajo de la barbilla—. Tú accediste a pertenecerme.

—A Celia —susurra Kid. Los dedos de Felipe se entierran en su cadera.

—¿Y a quién pertenece ella? —Hay una fina amenaza velada en sus palabras. Él presiona moretones en la tierna piel sobre los huesos de la juvenil pelvis de Kid. Eso no le importa a Felipe mientras escuche la respuesta que está buscando y ceda—. Eso es correcto. Desagradecido chaval, ella me pertenece y tú también. Si yo lo deseo. —¡Y oh! Él lo desea—. O si prefieres, siempre puedo regresarte a Caleb, su chica no es muy útil en este momento.

Derechos Reservados de CJ Roberts.

Fragmento sujeto a cambios en la edición

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